Catedral de Murcia
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La Iglesia Catedral de Santa María más conocida como Catedral de Murcia es el templo principal y sede de la Diócesis de Cartagena. Se encuentra en pleno casco antiguo de la ciudad de Murcia.
Consagrada en 1465, sufrió varias ampliaciones hasta el siglo XVIII, por lo que integra los estilos gótico, renacentista y barroco. Entre sus elementos arquitectónicos destacan la torre, de casi 100 metros de altura; la fachada principal o imafronte, considerada como una obra maestra del barroco español; y las capillas de los Vélez, de Junterones y del Trascoro.
Al reconquistarse en el s.XIII el Reino de Murcia, el Rey Alfonso X el Sabio establece la sede catedralicia en la Catedral Vieja de Cartagena. Cartagena había sido sede de la antigua diócesis carthaginense, al menos desde el s.IV.
Por orden de Sancho IV, y con consentimiento papal, la sede se traslada a Murcia, motivado este traslado por la inseguridad que presentaban los campos cartageneros en aquella época, unido a ser Murcia capital del Reino y tener aquí la Iglesia la mayor parte de sus propiedades. El decreto de traslado ordenaba el mantenimiento de "carthaginensis" como nombre de la diócesis.
Se comienza entonces la construcción de la actual catedral en el siglo XIII, en el lugar donde estaba la mezquita mayor árabe. Al tomar la ciudad Jaime I el Conquistador, a pesar del pacto existente con los musulmanes de la ciudad de no destruir ninguna mezquita, el rey Jaime había tomado la Mezquita Mayor o Aljamía, para consagrarla a la Virgen María, ya que tenía por costumbre ofrecer una misa a Nuestra Señora siempre que conquistaba una villa. En 1385 se inició la cimentación y en 1388 se puso la primera piedra pero no fue hasta 1394 que comenzó la construcción, que se terminaría en octubre de 1467. Sin embargo, se fue ampliando hasta el siglo XVIII, lo que la hace de estilos artísticos variados.
En su altar mayor, con retablo neogótico presidido por la imagen de Santa María (obra de los tallistas Pescador y Palao), se halla el sarcófago que contiene el corazón y las entrañas de Alfonso X el Sabio, tal y como el propio monarca indicó en su testamento, en prueba del amor que tenía a Murcia y en reconocimiento a la fidelidad que la ciudad siempre le demostró (el resto de su cuerpo está enterrado en la Catedral de Sevilla). También se veneran en una urna de plata los restos de los llamados Cuatro Santos de Cartagena (Fulgencio, Isidoro, Leandro y Florentina), patronos de la Diócesis.
En diversas capillas reposan los restos de varios murcianos ilustres, como el escritor Diego de Saavedra Fajardo, el jurisconsulto Jacobo de las Leyes, el beato Andrés Ibernón (co-patrono de la ciudad), o Juan Saez, venerable sacerdote en proceso de canonización.